Este fin de semana se ha celebrado en Quito los 199 años desde su independencia. El 10 de Agosto de 1809 fue el inicio del proceso libertario de Quito y luego de esa emancipación, muchos otros lugares colonizados de la región siguieron su ejemplo. A pesar de que antes, en otros lugares como Bolivia ya habían existido revueltas contra el colonialismo, en esta fecha, Quito instala por primera vez su propia junta soberana. Los quiteños han celebrado por tanto aquellos primeros vientos de libertad y el orgullo de servir de veleta y rumbo para que otros lugares hispanoaméricanos respiraran esos nuevos aires libertarios.
Celebrándose la independencia de la colonización española podría pensar que si alguien me identificase como español, podría tener problemas, ya saben... Sin embargo, en la ciudad jamás me lo han recriminado y nos tratan con un gran cariño. Caso distinto, en algunas comunidades de los Andes ecuatorianos. Donde los indígenas, cuando conocían mi procedencia española, no tenían temor en ocultar cierto rencor hacia nuestra cultura. Y es que, aunque podría decir que aquellos antepasados son más suyos que míos, no podía dejar de ser cuestionado debido a la dolorosa colonización que nuestro país realizó en los años postreros de las llegadas de Colón a América. Despojando de recursos, vidas y culturas e imponiendo un modo de vivir absolutamente diferente. Y encima, quedándonos luego con bien poco. Ya que como relata Eduardo Galeano en “Las venas abiertas de América Latina”, España sólo se quedaba con el 5-10% del oro que llegaba a la península ya que el resto se lo llevaban los mercaderes flamencos, ingleses, etc. Pero en fin, este es un tema largo a tratar para otro día.
Para celebrar este fecha, durante el fin de semana Quito se ha llenado de conciertos. Los museos, iglesias y lugares de interés se han abierto para todo el mundo por lo que el casco histórico se ha llenado de gente y en sus puertas aparecían grandes colas. Lo cierto es que las entradas suelen ser muy baratas, pero al ser gratis muchísima gente de clase baja se ha lanzado estos dos días a descubrir las bellezas culturales de su ciudad. Esta iniciativa me ha parecido excelente.
El casco histórico de Quito es patrimonio histórico de la humanidad. Su gran belleza reside en su esplendorosa arquitectura colonial tan bien conservada. Pasear por sus calles es contemplar un hervidero de gente, de contrastes y de olores. Muchas personas pasean sin rumbo y otras muchas se buscan la vida mediante el comercio en la calle. Limpiadores de botas, mimos, vendedores de jugos, de pinzas, de bolígrafos, de inciensos… Todo vale si es posible llamar la atención del transeúnte y ganar unos centavos. Incluso una señora tenía una báscula en la calle y cobraba diez centavos porque la gente se pesase. He de decir que en un principio la miré bastante escéptico por su método elegido, aunque a decir verdad, luego me arrepentí de no haberme pesado para comprobar qué secuelas me había dejado mi batalla con Moctezuma.
Destaca también la presencia en la calle de muchos niños. Pero sobre todo muchos niños trabajando. Especialmente limpiando zapatos o vendiendo chicles y caramelos. Es algo indignante. Naturalmente, sus familias vienen de una procedencia muy pobre y cuyos medios de vida son duros y poco rentables, pero sin embargo, el hecho de que estos niños trabajen en la calle desde los cinco, seis años suele tener otras raíces de origen, además de la pobreza. Y es que los niños son una atractiva fuente de ingresos para las familias. Muchos extranjeros ofrecen su caridad debido a la piedad que siente al verlos. Una caridad horrorosa que sólo beneficia la conciencia del que da algo mínimo que le sobra y que, debido al éxito de la iniciativa, ayuda a mantenerles en la calle. Es de resaltar, porqué tan poca gente se para a hablar con ellos y a preguntarles algo sobre sus vidas. Sólo se siente compasión al verlos y se asume que la pobreza les lleva a estar allí.
Muchas cosas podrían describirse. Sin embargo, creo que las imágenes pueden esta vez sustituir mejor a las palabras y así poder sentir la belleza de esta ciudad, hoy luz de independencia. Ya habrá tiempo de hablar de sus claros y sombras.
Que viva Quito… ¡que VIVA!
2 comentarios:
la estatua de mi bolg,forma parte de un complejo funerario! :)
es una pistaaa :)
n bsazo
como va todo?¿¿
Borja, estoy haciendo un concurso sobre imágenes de arte. todas las semanas colgaré una foto, y hay q adivinar de que se trata.
ya tienes la respuesta en mi blog (no era la muerte!) y ya he colgado la siguiente imagen.
espero que todo vaya bien.
un beso
Nuria.
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