lunes, 12 de noviembre de 2007

Siempre reclamé que en las clases de armonía podíamos haber aprendido un poco más...

2 comentarios:

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

Yo también (mi profesor fue Prego), pero jamás pensé que tanto. Qué divertidas habrían sido.
Un abrazo

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

Se lo propondré a mi profesor de armonía.
Un abrazo,
Álvaro