martes, 4 de septiembre de 2007

Una enfermera con un gran futuro

Hace unos días, no recuerdo cómo ni porqué, soñé que estaba enfermo por algún motivo. A la mañana siguiente, sólo recordaba que había soñado que me encontraba como paciente en un hospital. Sólo podía tener contacto con el personal médico. Ya estaba diagnosticado lo que me pasaba por lo que el contacto qué tenía más a menudo era con los enfermeros/enfermeras. Esa mañana pensé en cómo me hubiera gustado que el enfermero/enfermera se hubiera ocupado de mi.

Necesitaría una persona paciente. De palabras cariñosas y amables. Una persona que su trabajo le entusiasmara y su dedicación se palpara en sus actos, transmitiendome la confianza que todo enfermo necesita.
Una persona que me mirara y me sonríera, y a través de su sonrisa me contagiara sus ganas de luchar por cualquier cosa. Un rostro hermoso que calme mi espíritu, algo decaído por el ambiente del hospital. Entoncés caí en que conocía a esa persona. Se llama Begoña Santos Porras y es enfermera. Estoy seguro que todos sus pacientes han pensado lo mismo al salir del hospital.

3 comentarios:

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

Yo lo hubiera pensado, de haber sido su paciente.
Un abrazo.
Álvaro

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Y yo también.
¡Bravo por Begoña!
Besos,
Diego

Anónimo dijo...

Menudos ojazos tiene tu hermana