lunes, 12 de enero de 2009

Palestina: Hagamos de la historia noticia

Palestina: Hagamos de la historia noticia, del blog "Desde el Ombligo del Mundo"

Recién llegado a Quito, tras pasar unas inolvidables navidades en la tierra patria, quedo con mi amigo Kai, el cual ha pasado estos días en este ombligo del mundo, empapándose de las tradiciones quiteñas navideñas, las cuales intentaré anotar uno de estos días. Kai, es una persona emprendedora, entusiasta y ávida de ideas acerca de cómo mejorar el desarrollo en los países del sur. Como no, tratando los temas de actualidad recaímos en nuestra conversación en el conflicto palestino-israelí. En nuestro mundo globalizado, tanto Madrid, Valladolid, Quito y un largo etcétera de ciudades se han manifestado para lograr una situación de paz, condenado los ataques israelíes. Aquí en Quito, además de manifestarse, se pintaron corazones azules en frente de la embajada israelí, como símbolo de todos los inocentes muertos.

Personalmente, me declaro a favor de la causa palestina, sin embargo, este post no será sólo para ahondar en dichas razones sino para explicar mi punto de vista acerca de cómo las noticias y la información recaen en la opinión pública acerca de este conflicto. Para ello, rememoraré cómo llegue a conocer sus raíces históricas.

En mi grupo scout, se suelen realizar en los campamentos de verano una especie de juego de rol que llamamos “alemanes e ingleses” que dura una noche y una mañana. Nos separámos en dos grupos y a través de unos roles establecidos hay que intentar lograr un objetivo que bien puede ser capturar algo que tiene el contrario, llegar a algún lugar que el otro bando protege… Un juego en el que se mezcla la estrategia del grupo, la diversión de un juego de acción y la adrenalina. Para los desconfiados, sobra decir que al día siguiente los dos bandos se unen y se rien comentando las anécdotas del juego. En mi primer año de scouter (educador scout), decidí diseñar el juego con el que otras veces había disfrutado. Sin embargo, quise llevarlo más allá de un juego de acción y a través de los roles quise darle un contenido político real con el cual, al finalizar el juego, pudieramos descubrir cuales habían sido las sensaciones de unos y otros y de qué maneras se habían resuelto los conflictos planteados. Por aquel entonces, tenía curiosidad por un conflicto que llevaba tiempo escuchando en los medios pero realmente nunca había conseguido entender la raíz del mismo. Este era, el que nos atormenta hoy en día. Con Negro, amigo inseparable, nos preparamos los dos roles, palestinos e israelíes, intentando que cada grupo de chavales se identificara con las aspiraciones y conflictos de unos y de otros respectivamente. Durante el juego, simulábamos diversos escenarios bélicos: pequeñas batallas, un atentado, tratados de paz… en los cuales cada bando exponía sus requisitos para, o bien llegar a una situación de paz, o bien continuar con el conflicto. Eran tan radicales los argumentos que dimos a cada bando que los tratados de paz simulados no llegaban a final feliz y se continuaba con el juego de acción. A través de estas dinámicas, al día siguiente, acabado el juego y después de una caminata compartiendo las anécdotas de la noche, nos sentamos a debatir los sentimientos de cada uno y la dificultad que entraña en muchas ocasiones la resolución de este tipo de conflictos históricos. El año pasado, presenté este juego al premio “jóvenes por la Tolerancia” ya que, a pesar lo que pueda parecer cuando hablo de batallas simuladas, creía que es un buen modo de llegar a los jóvenes y de hacerles conocer y comprender este tipo de situaciones. Aquí lo dejo colgado para quien lo quiera leer (lo más interante son los anexos).

A raíz de la preparación del juego, personalmente logré tener una base histórica del conflicto y tomar parte de un punto de vista. Anteriormente, mi visión se valía de las noticias de cada día: “Que si Bill clinton se reunía con unos y con otros, que los palestinos ponían bombas o se inmolaban, o que mientras los niños palestinos tiraban piedras los israelíes se erguían en tanques amenanzantes sobre sus territorios ocupados”.

Un día de estas navidades en Valladolid, después de una manifestación que se realizó en la catedral, hablaba con un grupo de amigos, de los cuales algunos no habían estado en la misma. Les pregunté acerca de su opinión. Alguna persona me argumentaba que a pesar de seguir las noticias diariamente no iba a este tipo de manifestaciones ya que no podía decantarse hacia un lado o hacia el otro (me recordaba a mí antes de investigar sobre el conflicto para realizar el juego). Las noticias que nos llegan diariamente nos hablan de muertes, de actos terroristas, de ataques militares en legítima defensa de éstos, de actos violentos de uno y otro bando. Sin embargo, los análisis históricos nunca son noticia, y mucha gente como esta persona, a pesar de leer o ver a diario las noticias no pueden hacerse una idea clara. Para otro amigo, que había estado en la manifestación, no consideraba la historia como su argumento, sino que su punto de vista era pacifista, y creía que debía llegarse a una situación de paz y que Israel debía parar la masacre que está realizando.

Por supuesto, me uno a su argumento. En estos días, debido a los crímenes de guerra que Israel está cometiendo cientos de manifestaciones recorren ciudades del mundo entero, intentando que sus gobiernos actúen más allá de las declaraciones de condena hacia el estado israelí. Sin embargo, voy más allá y creo además que es la historia la que también debería sostener no sólo ahora sino en un futuro próximo todas las proclamas que estamos realizando actualemte.

Buceando entre la historia, hace cien años, Palestina era una estado tranquilo. Por aquel entonces, surgió el movimiento sionista, para el cual los judiós eran un pueblo sin tierra y debían buscar algún lugar donde asentarse, más aún después del brutal genocidio que sufrieron en la segunda guerra mundial. Este lugar sería aquel que nombra el antiguo testamento, donde cita las raices de la nación judía, que se remontan a hace 4.000 años, cuando un pueblo semítico, los hebreos, se establecieron en la zona entonces llamada Canaan. Aquella tierra prometida que aparecía en la biblia fue el pretexto histórico para que fuera necesario crear el siglo pasado un estado judío en una tierra que por aquel entonces y durante muchos siglos se llamaba Palestina. Durante todo este siglo pasado, Israel, gracias a sus inlfuencias políticas y mediáticas, a su poder militar, a las expropiaciones de territorios, a la expulsión de los palestinos a campos de refugiados, lo que antes era Palestina hoy es un estado llamado israel que acosa a unos palestinos aún no exiliados, encerrados en una franja llamada Gaza y parte de Cisjordania.

No dudo que este párrafo sea una síntesis de historia resumida subjetivamente. Cada cual debería leer un poco de historia para tener su criterio. No quiero pretender de ningún modo, justificar los atentados terroristas que algunos palestinos han realizado alo largo de los años, sin embargo, la historia ha sido injusta para un pueblo que en cien años ha perdido tanto que ya tiene poco que perder.

Por tanto, finalizando este post tormentoso, creo que en las manifestaciones como las que se están llevando a cabo hoy en día se debería, no sólo luchar en contra del genocidio que Israel está realizando, sino también hacer de la historia noticia, y exigir de una vez por todas un estado palestino legítimo y soberano. Es posible que sólo así, se apacigüe el odio que se ha vivido, se vive y se vivirá si este conflicto se mantiene.

1.Doce reglas para la redacción de noticias en Oriente Próximo





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